EL DESARROLLO ÓPTIMO DE NUESTROS HIJOS DEPENDE DE LA FORMA DE SATISFACER SUS NECESIDADES

El desarrollo es el proceso por el que pasamos de ser unos seres indefensos, necesitados de todo tipo de cuidados a personas adultas capaces de satisfacer nuestras necesidades. Cuando nacemos estamos dotados de unos recursos básicos (unos reflejos y unas emociones básicas) para conocer y manipular el entorno, con el fin de satisfacer nuestras necesidades. Así, el llanto de un bebé es una potente forma de llamar la atención de los progenitores, comunicando un malestar y demandando cubrir determinada necesidad, que todavía no puede satisfacer por sí mismo, y necesita que se lo procuren. Para el desarrollo óptimo de nuestros hijos es necesario, a la par que se satisfacen sus necesidades, dotarles de las habilidades para que en el futuro satisfagan sus necesidades de forma autónoma y ajustada a sociedad en la que se desenvuelve, alcanzando así la plena satisfacción.
Necesidades básicas universales de nuestros hijos.
Hemos hablado de que todos los seres humanos tenemos que satisfacer unas necesidades para desarrollarnos como personas sanas y adaptadas. Estas necesidades, en principio, son cubiertas por los progenitores, pero con el tiempo, experiencia y esfuerzo, son auto-satisfechas por el propio individuo. Creo que todos tenemos claro que un niño necesita algo más que alimento, vestido, aseo o un techo. De hecho, está comprobado que un niño que se cría sin contacto social tiene problemas graves en su desarrollo físico y psicológico posterior. De manera que el contacto social es necesario para satisfacer nuestras necesidades básicas y mantener nuestra supervivencia.
Entonces, ¿qué necesidades deben cubrirse en nuestros hijos para un óptimo desarrollo en todas las áreas de aprendizaje?
Tu hijo/a necesita afecto, sentirse querido/a, útil, necesita tener la seguridad de no perder sus bienes, tanto materiales como afectivos, necesita valorarse positivamente, sentirse competente, creer en él mismo y en los demás, necesita autonomía y confianza que le permitan perseverar en la consecución de todo lo que se proponga, necesita tener amistades, tener una red social estable y fuerte, la necesidad de aceptación social, de relación, de inclusión en grupos, de conocer y comprender el entorno que nos rodea y tenemos la necesidad de desarrollar todo nuestro potencial.
Así, un niño, al igual que los adultos, tiene unas necesidades sociales de "estima" que satisfacer para sobrevivir, asunto que ya en el siglo XIII lo comprobó Federico II, quien, según su biógrafo Salimbeni, tuvo la atroz idea de prohibir a las nodrizas hablar o tener cualquier contacto que fuera el acto físico de alimentarlos en los primeros meses de vida con el fin de saber que lengua hablarían si nadie había hablado con ellos, nunca lo pudo comprobar porque todos se dejaban morir. Por lo que se puede decir que los niños recién nacidos tienen "hambre de contacto", este hambre de caricias no desaparece con la edad sino que toma la forma de "hambre de reconocimiento". Los niños en la primera infancia demandan continuamente atención, que se le reconozca y valore, es tal el "hambre de reconocimiento", que prefieren que se les valore negativamente a que no se les valore o se les ignore. Este "hambre de reconocimiento" nos acompaña de por vida, todos necesitamos una buena autoestima y ser valorados por los demás.
Maslow propuso una jerarquía de las necesidades humanas que es asumida por la mayoría de psicólogos, publicistas, sociólogos, etc…. Según la teoría de Maslow existen cinco estratos de necesidades que todas las personas necesitamos cubrir:
- necesidades fisiológicas: todos necesitamos alimento, vestido, dormir, evitar el dolor…. Los recursos que hay que ofrecerles están claros, son comida ropa, un hogar….
-necesidad de seguridad: todos tenemos la necesidad de sentirnos protegidos de posibles problemas futuros o de pérdidas. Tenemos que tener la seguridad de que nuestra integridad física se encuentra fuera de peligro. Esta seguridad, no se encuentra en los recursos materiales que se puedan poseer, sino que es un recurso socioemocional de la persona que se forja mediante su experiencia vital, siendo los recursos materiales tan sólo medios, que han sido puestos a disposición de ese recurso socioemocional de sentirse seguro. La persona tiene seguridad, no solo porque posee una casa pagada, un trabajo estable y un buen seguro médico sino, porque esa persona se preocupado de procurárselo y tiene la creencia de que tiene la capacidad de protegerlo, en el caso de creer que no puede protegerlo, aun teniendo las mismas posesiones, no se sentiría seguro. A sus hijos hay que procurarles los bienes materiales pero también los recursos socioemocionales que necesita para ser una persona segura.
- necesidad de pertenencia o afiliación o amor: los seres humanos, como seres sociales que somos, tenemos la necesidad de sentirnos pertenecientes a un grupo, sentirnos queridos por nuestros allegados, tener amistades sólidas. Esta necesidad no queda cubierta con la posesión de un gran número de amigos o con pertenecer muchos grupos sociales, como ya sabrán, es necesario que perciban ese afecto de los demás hacia vosotros, y para ello tienen que saber también expresar afecto. A vuestros hijos, no solo hay que darles afecto, deben ofrecerles la oportunidad de desarrollar unas habilidades sociales y emocionales que le permitan obtener un apoyo social y afectivo sólido cuando sean adultos.
- necesidad de estima: a todos nos gusta alcanzar un buen estatus social, que nos reconozcan nuestro trabajo y sentirnos satisfechos del mismo. Todos necesitamos valorarnos positivamente, es decir, tener una alta autoestima. Vuestros hijos necesitan construir una alta autoestima que en el futuro, como adulto, le permita percibirse de forma positiva a pesar de los contratiempos que le puedan surgir. Esta necesidad en la infancia cobra especial interés porque influye en la satisfacción del resto de necesidades. Imaginad por un momento, cómo una persona con baja autoestima puede alcanzar una meta o hacer frente a las dificultades. Seguramente se sentirá inseguro, porque no se creerá capaz de hacerlo frente, por lo que invertirá menos esfuerzo en solucionar el problema o en alcanzar la meta, incluso puede ni intentarlo, con lo que las probabilidades de éxito disminuyen drásticamente. Su red social apoyo se verá limitada, pues se percibirá como un incompetente social, lo que le puede conducir a evitar el contacto con otras personas y se sentirá sólo aunque no lo esté. Creerá que nos capaz de valerse por sí mismo y será una persona dependiente.
- necesidad de auto-realización: es la necesidad de crecimiento personal, de desarrollar todo el potencial personal. Esta necesidad depende de si está cubierta la anterior, por lo que si se posee una alta autoestima es muy probable que se busque crecer personalmente.
Para satisfacer estas necesidades psicológicas, emocionales y sociales en nuestros hijos hay que establecer normas adecuadas, ofrecerles afecto en nuestras interacciones con ellos y darles autonomía. Estas tareas recaen en la educación ofrecida por los padres.
En resumen:
-el desarrollo consiste en la adquisición de los recursos y habilidades que permitan un ajuste al ambiente, es decir, un ajuste entre las necesidades de la persona y el entorno que las provee.
-los niños no pueden satisfacer sus necesidades por sus propios medios, por lo que los padres deben cubrírselas y a la vez enseñarles a auto-satisfacerlas.
-la insatisfacción de las necesidades genera patrones de conducta desajustada, es decir, conductas que no se ajustan a las expectativas del entorno (familia, comunidad, sociedad) según la edad.
-el desarrollo normal se manifiesta en el conjunto de conductas que el niño hace en su día a día, por ejemplo, se levanta, se pone las zapatillas y el albornoz, se dirige al aseo donde orina y se lava las manos y la cara,…y así hasta que acaba el día y se acuesta.
-Para un desarrollo óptimo, hay que ofrecerles LIMITES Y NORMAS, AFECTO, MODELOS DE RELACIÓN SOCIAL ADECUADOS, AUTONOMÍA, SEGURIDAD, NORMAS MORALES Y VALORES