CARTA DE UNA ADOLESCENTE A SU NOVIO TRAS PERDER A SU PADRE
Por favor, quiero que sepas que yo necesito que me sostengas. Quizás no te pida ayuda porque estoy aturdida, pero presiso saber que estás ahí. Debes saber que no espero que me hagas sentir bien ni que desaparezca mi pena. En este momento nadie puede. Lo que necesito es que me ayudes a calmarme, que aceptes mi dolor tolerando tu impotencia de no poder ayudarme. Si no puedes llamarme porque no soportas mi dolor o tu impotencia, dímelo. Yo lo voy a entender mejor que si pusieras escusas de todo tipo.
Espero que puedas entender mi enojo. No eres tú ni los demás quienes me enfadan. Es la pérdida de alguien a quien queria. Perdona mis insultos y mis malos modos un tiempo más…
No trates de evitar mis lágrimas. Verme llorar pueder ser duro para ti, pero es un ,odo saludable de expresar un poco de mi pena. Llorar es bueno para mí, si quieres quedarte, por favor, trata de sentarte a mi lado y mirarme llorar, no necesito que llores conmigo pero no me interrumpas.
No trates de consolarme comparando mi pérsida con otras peores. Mi pena es mía e intransferible.
Entiéndeme si no puedo compartir momentos felices que estás viviendo. Me gustaría poder. No me digas que lo que sucedió fue “porque Dios así lo quiso”. Oírlo no me consuela.
No me digas tampoco que fue lo mejor que podía pasar, ni que sabes cómo me siento. Nadie lo sabe. Por favor, sólo pregúntame cómo me siento hoy. Proponme cosas concretas…, un almuerzo, una tarea hogareña, una hora libre. Yo estoy demasiado herida para poder pensar más alla de hoy.
No me pidas que deje esto atrás, que olvide y que siga adelante con mi vida. Ésta es mi vida. Necesito pasar por esto. Necesito ser yo y no necesito, ni quiero, olvidar. Solo deseo encontrar una manera de recordar en paz. Abrázame, dime que puedes cuidarme y acompañarme en este camino de lágrimas; es tan árido y fantasmal que me asusta recorrerlo sin ti. Admite mi dolor sin resistencias. Acepta mi proceso sin interferir y siempre recordaré el amor que me ofreciste.