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¿Cómo puedo ayudar a mi hijo/a a dejar el pañal?


Lo primero que los papás y mamás tenéis que hacer para facilitar que vuestros peques abandonen el pañal, es saber qué necesita aprender vuestro/a hijo/a para ello.

Que tarden en pedir el pipí y la caca es esperable, si atendemos a la cantidad de aprendizajes que requiere, pues tienen que aprender a reconocer las señales del cuerpo que indican que su vejiga o intestinos están llenos, interpretarlas, es decir, comprender que tiene pipí o caca, estar motivado para dejar lo que esté haciendo, tener el vocabulario o las habilidades comunicativas suficientes para indicar que tiene pipí o caca y poseer la capacidad de retenerlo hasta llegar al servicio.

De forma que, al principio les cuesta prestar atención a las señales del cuerpo, pasándolas por alto mientras realizan otras actividades agradables, por lo que dejar lo que esté haciendo para ir a evacuar requiere también estar muy motivado, piensen que desde siempre ha evacuado dónde y cuándo lo ha necesitado y "querido". Huelga añadir que también tienen dificultades para calcular el tiempo que puede retener la orina o las heces hasta llegar al servicio y evacuar.

Tras lo expuesto, se pueden distinguir dos momentos diferentes para facilitar el aprendizaje del abandono del pañal, uno previo de preparación para el entrenamiento en control de esfínteres y otro, una vez preparado, que se corresponde con el entrenamiento propiamente dicho.

Preparación para el entrenamiento (antes de estar preparado)

Como hemos visto, los peques necesitan estar preparados neurofisiológicamente, es decir, que sea ya consciente de cuando tiene la vejiga o intestinos llenos, retenerlo y pedirlo para poder ir a evacuar al orinal, habilidades que hasta por lo menos los 18-32 meses de edad no empiezan a adquirir.

En esta etapa previa a estar preparado se puede favorecer la toma de conciencia señalando lo que ha hecho, cada vez que haga pipí o caca en el pañal, mediante términos adecuados (no emplear palabras como sucio, ajj que asco, uff cómo huele, etc…). Se le tiene que ir enseñando, siempre que tengáis ocasión, el lenguaje relacionado con orinar o defecar (v.g. pipí o caca) y los lugares en los que evacuar (v. g. orinal o váter) para que tome conciencia de ellos y pueda comenzar a pedirlo.

Cuando empiecen a tomar conciencia e indicar que tienen pipí o caca, hay que reforzar sus aciertos, es decir, cuando haga caca y lo señale, se le puede decir con cariño e entusiasmo “amor, sí hay caca en el pañal”. Al principio suelen confundirse, en estos casos, si solo hace pipí e indica que tiene caca, se puede decir con cariño “amor, solo hay pipí en el pañal, ahora no hay caca” ayudándole a distinguir las sensaciones.

Entrenamiento en dejar el pañal (una vez preparados)

Cuando ya es consciente, anticipa que quiere orinar y está motivado para dejar el pañal, se le debe entrenar en el hábito de evacuar en el váter u orinal. ¡¡¡OJO!!! Una vez que decidas quitarle el pañal, porque estáis preparados tanto los papás como los peques, ya no hay marcha atrás (a no ser que veas que te has adelantado y que aún no es su momento).

Conviene recordar que los niños aprenden y adquieren los hábitos por imitación (hacen lo que ven), por las consecuencias de sus comportamientos (si a algo que hace o ve hacer le sigue algo bueno es muy probable que repita la conducta, pero si le sigue algo malo es poco probable que vuelva a hacerlo) y por la repetición constante y ordenada de una serie de actividades y encadenarlas para culminar con éxito, en este caso, el hábito de evacuar en el baño.

Las actividades que componen el hábito de evacuar en el váter u orinal, y que tiene repetir pero siempre de manera agradable, y pautas a seguir son las siguientes:

· bajarse la falda o pantalón, la ropa interior, sentarse en el orinal, esperar de 3 a 5 minutos, no más, secarse, subirse la ropa y asearse, todo esto cada hora y media o dos horas.

· Si utiliza el orinal correctamente dile lo bien que lo hace. A medida que lo vaya controlando, id alargando el tiempo de ponerle en el orinal e id dándole aspecto de normalidad, solo premiándole por ello al final del día.

· No siempre que se le siente en el orinal va a salir pipí o caca y con tantas idas y venidas al orinal, es recomendable que use ropa cómoda para subirla y bajarla con facilidad, así como, cuando se salga de casa, llevar 2 o más mudas de recambio, pues los escapes suelen ser habituales en el primer mes de aprendizaje (llevar recambio ayudará a evitar frustraciones y enfados, recordad que para relajar los esfínteres se necesita estar relajado y tranquilo.

Para facilitar la realización de estas actividades se pueden emplear distintas estrategias:

· Hacer del baño un lugar atractivo. El baño suele ser un lugar frío en el que los peques tienen que obedecer, por lo que hay que proveerles de momentos divertidos como el juego en el baño, comprar un orinal o adaptador atractivo, decorar el baño, poner elevadores para que se encuentren cómodos mientras hacen sus necesidades, permitir que acompañe a los papás o hermanos/as al baño…

· Los cuentos son muy efectivos para que se mantengan sentados y también pueden emplearse para enseñar los pasos o motivar dejar el pañal mediante cuentos para tal fin, sin embargo, cualquier cuento que le guste es válido para hacer divertida la estancia en el orinal o adaptador.

· El juego facilita la asistencia al baño, se puede emplear, por un lado, para establecer la rutina de asistir cada hora y media al baño mediante un juego que haga divertido y le recuerde que es el momento de ir al servicio (por ejemplo, jugar al "trenecito del baño" simulando un tren que recoge a los pasajeros), y por otro para enseñar cada paso, por ejemplo, con un muñeco con el que jugar, solo o con los papás, a enseñarle al muñeco a usar el orinal siguiendo los pasos que el peque también tendrá que seguir.

· Aprovechar las rutinas del niño para organizar los momentos de ir al baño, por ejemplo:

  • cuando se levante por la mañana lo primero es ir al orinal, quitarle el pañal y dejarle el resto del día sin él, excepto en la siesta que dormirá con él.

  • a la hora y media, toca ir al baño, para lo que NO se le pregunta si tiene ganas, se le lleva pudiéndoos ayudar de canciones o juegos como el del "trenecito del baño" para favorecer la asistencia.

  • de forma que cada hora y media, vuelve a tocar ir al baño, esto puede, o no coincidir, con otras rutinas del niño, pero hay que tener claro que es importante, aparte de respetar los intervalos de tiempo en que se le pone en el orinal (1 hora y media ó 2 horas), asociar el ir al servicio a ciertos momentos de sus otras rutinas, por ejemplo, según levantarse, antes de salir de casa y de regresar a ella, antes y después de la siesta y antes de ir a la cama, se le tiene que sentar en el orinal.

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